Llevo cuatro años educando a mis hijos en casa, pero siempre me sentí como una impostora al enseñarles la Biblia. No soy una experta en la Biblia; apenas recuerdo lo que aprendí en la escuela dominical de niña. Compré tantos programas de estudio que terminaron guardados en el armario porque daban por sentado que entendía la ley levítica o que podía explicarle las profecías a mi hijo de siete años. Bible Blueprint lo cambió todo. Los mapas visuales me muestran primero lo que sucede, y luego puedo explicárselo a mis hijos. Por primera vez, me siento segura al enseñar las Escrituras. Mis hijos ahora hacen mejores preguntas porque por fin tengo respuestas. Ya no finjo; ¡de verdad lo entiendo!

Yo era ESA mamá. La que sacaba a rastras de misa a mi hijo pequeño, gritando, todos los domingos mientras todos nos miraban. Mi hijo de 4 años se retorcía y pateaba el banco. Yo terminaba llorando en el estacionamiento, sintiéndome la peor madre católica del mundo. Mi esposo incluso sugirió que dejáramos de ir a la iglesia por un tiempo, porque era traumático. Entonces empezamos a usar Bible Blueprint durante la semana: solo 10 minutos en el desayuno mostrándoles las páginas con imágenes. En dos semanas, mi hijo señaló el altar y dijo: "¡Es como la imagen del Éxodo!". Conectó lo que veía con lo que habíamos estudiado. Ahora QUIERE ir a la iglesia porque entiende lo que está pasando. No hemos tenido una rabieta en 6 semanas. De hecho, vuelvo a disfrutar de la misa.

«¡Uf, qué aburrido!», decía mi hija de 8 años CADA VEZ que intentaba estudiar la Biblia. Probamos con la Biblia de Acción (solo la hojeó una vez). Probamos con aplicaciones bíblicas (solo quería las insignias de los juegos). Intentamos obligarla a sentarse y escuchar mientras leía (se desconectaba a los 30 segundos). Estaba a punto de rendirme. Bible Blueprint fue mi último intento. El primer día, le mostré la página del Génesis y exclamó: «¡Guau, puedo VER todo lo que pasó!». Me preguntó si podíamos estudiar el Éxodo al día siguiente. MI HIJA. PIDIÓ. UN TIEMPO PARA LEER LA BIBLIA. Casi lloro. Ya no se aburre porque no tiene que procesar muros de texto; ahora ve mapas visuales claros que su cerebro comprende. Es como si por fin hablara su idioma.

Tengo un trayecto de 45 minutos al trabajo, tres hijos en diferentes cursos, un trabajo a tiempo completo y apenas 10 minutos de tranquilidad al final del día. Quería enseñarles la Biblia a mis hijos, pero todos los programas que encontraba requerían horas de preparación, materiales y una energía que simplemente no tenía. Compraba estos programas tan elaborados y los usaba un par de veces antes de darme por vencida. Bible Blueprint es lo primero que de verdad me ha funcionado. Lo cargo en mi iPad, hacemos una página en el desayuno (literalmente 10 minutos) y listo. Sin preparación. Sin planificación. Sin remordimientos. Mis hijos están aprendiendo TODA LA BIBLIA y yo no me siento abrumada. Eso es todo lo que necesitaba.